Qué es el "Ideal Personal"

Así como el educador aplica una pedagogía del ideal, el educando, al internalizar esos ideales, actúa de acuerdo a su Ideal Personal. El Ideal Personal es una vocación, un llamado que Dios nos hace personalmente y que él nos va desvelando progresivamente a lo largo de nuestra vida cotidiana.

P. Rafael Fernández

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 Así como el educador aplica una pedagogía del ideal, el educando, al internalizar esos ideales, actúa de acuerdo a su Ideal Personal. El Ideal Personal es una vocación, un llamado que Dios nos hace personalmente y que él nos va desvelando progresivamente a lo largo de nuestra vida cotidiana.

El Padre Kentenich da tres definiciones del Ideal Personal.
Desde es punto de vista filosófico, es "la idea original preexistente en la mente divina respecto a cada persona". Desde el punto de vista teológico es "la imitación y manifestación original de las perfecciones humano-divinas de Cristo". Y, desde el punto de vista sicológico, es "el impulso y la disposición fundamental que Dios depositó en lo más íntimo del alma, que fielmente cultivada nos lleva a la plena libertad de los hijos de Dios.
¿Cómo lo descubrimos? Existen diversos caminos. Por ejemplo, en la medida que, paulatinamente, vamos detectando el designio particular que la Divina Providencia tiene para nosotros. Si nos basamos en el hecho de que Dios tiene un plan de amor con nosotros, haremos de la reflexión sobre nuestra historia personal un camino predilecto de la búsqueda de nuestro ideal. Interpretamos entonces nuestra historia a la luz de la Divina Providencia y vemos cómo Dios nos llama la atención y nos señala una tarea de vida por los variados sucesos o vivencias a lo largo de nuestra historia.
También puede llegarse a él a través de la consideración de la estructura sicológica personal con sus impulsos fundamentales.
Muchas veces podemos llegar a nuestro Ideal Personal a partir, por ejemplo, de caminos más intuitivos, tales como: nuestra oración predilecta o nuestras vivencias religiosas más profundas. En ellas se refleja el núcleo de nuestra personalidad.
El Ideal Personal debe convertirse en la motivación principal y constante, en la estrella que ilumine nuestro camino, en nuestro criterio de decisión y acción. Normalmente formulamos el Ideal Personal en un lema y lo expresamos en un símbolo.
En la medida que el Ideal Personal se "internaliza" llega a ser como una "segunda naturaleza" para nosotros, de tal manera que actuamos no sólo reflexiva sino espontáneamente en el sentido del ideal.