Qué es el "Horario Espiritual"

El sistema de autoformación schoenstattiano encuentra una valiosa ayuda y un medio más eficaz para el desarrollo de la personalidad en el Horario Espiritual. Dicho nombre lo tomó el Padre Kentenich de la tradición ascética de la Iglesia y le dio un sentido y un contenido propios.

P. Rafael Fernández

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El sistema de autoformación schoenstattiano encuentra una valiosa ayuda y un medio más eficaz para el desarrollo de la personalidad en el Horario Espiritual. Dicho nombre lo tomó el Padre Kentenich de la tradición ascética de la Iglesia y le dio un sentido y un contenido propios. Está en estrecha relación, junto con el Propósito Particular, con el Ideal Personal.

El Horario Espiritual quiere asegurar nuestro "nivel espiritual" normal, es el sustento que necesitamos para mantener viva nuestra fe y nuestro amor a Dios y al prójimo; garantiza la "organicidad" de nuestra vida. Contempla puntos concretos y determinados. Por ejemplo, la oración de la mañana y de la noche, un tiempo de estudio, etc. No fija actitudes, como "servicialidad" o "espíritu de oración", que son materia específica más bien del Propósito Particular, sino actos concretos.

Por el Horario Espiritual aseguramos el desarrollo del Ideal Personal en sus dimensiones básicas: nuestra relación con Dios, con los hermanos, con el trabajo y con nosotros mismos, rescatando así el día de trabajo para Dios, poniéndonos en el camino de un crecimiento armónico de nuestra personalidad, mediante un ritmo de vida armónico.
El P. Kentenich aconseja el control diario por escrito tanto del Examen Particular como del Horario Espiritual, para evitar el olvido y para no dejarnos atrapar por la ley de la pesantez que llevamos en nosotros por el pecado original.