"NINJAS" - - A propósito de la crisis económica mundial.

EL ATAQUE DE LAS HIPOTECAS NINJA A propósito de la crisis económica mundial. ¿Alerta para la construcción de un Nuevo Orden Social? Un profesor de economía español ha tenido mucho éxito explicando ...

| Pablo Crevillén Pablo Crevillén
EL ATAQUE DE LAS HIPOTECAS NINJA A propósito de la crisis económica mundial. ¿Alerta para la construcción de un Nuevo Orden Social? Un profesor de economía español ha tenido mucho éxito explicando el origen de la actual crisis económica. Según dice, todo empezó cuando los bancos estadounidenses empezaron a dar créditos hipotecarios a los “NINJAS” (No Incomes, No Jobs, No Assets), es decir a personas sin ingresos fijos, sin trabajo fijo y sin propiedades. Después hicieron “paquetes” con esas hipotecas y las vendieron a bancos de todo el mundo. Una vez se desplomó el mercado inmobiliario, los “ninjas” dejan de pagar y el castillo de naipes cae arrastrando a todo el mundo.Como yo no tengo idea de economía tengo la impresión de que esta crisis, que tiene consecuencias terribles para mucha gente es, en su origen irreal.Históricamente, la gente se moría de hambre porque las cosechas se perdían, o porque las máquinas mandaban al paro a miles de trabajadores; incluso, en épocas más recientes, la crisis se producía por el encarecimiento de una fuente de energía como el petróleo. Sin embargo, ahora lo que ha ido mal no es otra cosa que unos apuntes contables en un sistema informático. Sea como fuere, nadie sabe muy bien qué hacer: los Gobiernos inyectan a los bancos millones de dólares para salvar nuestros ahorros, pero la medida parece que no ha servido de mucho, con lo que puede que perdamos nuestros ahorros y el dinero de nuestros impuestos.Hay dos sentimientos que recorren el mundo, la incredulidad y el miedo.Después de un período de desarrollo extraordinariamente largo, la creencia en la prosperidad indefinida se consolidó, con lo que el shock ahora es mucho mayor. El miedo afecta a todos; los pobres son siempre los más afectados por las crisis, pero en ésta, los más ricos se han visto golpeados seriamente en sus patrimonios.¿Qué hacer?Yo siempre había pensado que el PADRE KENTENICH se había ocupado y mucho de la cuestión social en sentido amplio (el hombre nuevo en la nueva comunidad), pero que los problemas económicos no le interesaban demasiado. El único documento que conocía era un curso sobre la cuestión social durante la terrible crisis sufrida en Alemania, en que incluso se refiere con cierto desapego al comentario de un sacerdote sobre el carácter diabólico del sistema que permitía unas condiciones de vida tan terribles a los trabajadores.Sin embargo, gracias a los archivos de www.mundoschoenstatt.cl he podido comprobar que esto no es así.Sin convertirse en un tema central, se ve claro que con el tiempo el Padre Kentenich va prestando cada vez más atención a la cuestión económica. Incluso hay palabras que podrían ser escritas hoy:“Todo el mundo habla hoy de una crisis económica sin precedentes, de un desmoronamiento del capitalismo” (Carta de octubre- 1948).Y en la Epístola Perlonga (1949) da algunas pistas:“Hemos (se refiere a católicos y protestantes) acentuado demasiado la cáritas, pero hemos puesto muy poco énfasis en la justicia, especialmente en la justitia socialis...”. Y señala que puesto que Marx elaboró una doctrina del trabajo, de su valor y plusvalía, de su valor de cambio y uso, a través de ello Dios nos sugiere revisar estos mismos temas, elaborar, basados en una concepción católica, una metafísica del trabajo que sea cimiento de una ética del trabajo.En carta al Padre Adalberto Turowski dirá que “quien está acostumbrado a interpretar las voces del tiempo como voces de Dios, pone especial cuidado y acento en el cultivo de la justicia social”. Y lo que es más sorprendente para mí, en 1963 (Desiderio Desideravi) pone como ejemplo de liberador a Moisés y habla del poder revolucionario del Magníficat.Y digo sorprendente, porque todas las corrientes de Teología de la Liberación parten de la experiencia liberadora del Éxodo y muchas valoran el Magníficat. Me preguntó si no será una llamada “a revisar estos mismos temas y elaborar una doctrina schönstattiana de la justicia social”.“¿Qué dice entonces la hoja del libro de los destinos sobre el nuevo orden económico? Por ahora resulta imposible descifrar con seguridad el texto correspondiente” (Epístola Perlonga, 1949).Si el Padre no aventuró una respuesta, no me atreveré yo a hacerlo.El capitalismo es un sistema que ha demostrado un dinamismo desbordante aunque también un sinnúmero de injusticias; los sistemas alternativos sólo constituyeron un enorme fracaso, causando la muerte y el sufrimiento de muchas personas. Pero fundamentar la economía en el consumo puramente egoísta, desde mi punto de vista, también afecta, por ejemplo, al matrimonio, convirtiendo a la pareja en un artículo de consumo más, que cuando deja de satisfacernos sustituimos por otra. O a las relaciones con los hijos, que carecen de un valor productivo económico. Como todos los elementos de una civilización están interrelacionados, no podemos pretender cambiar unos dejando inmutables otros. Pablo Crevillén - Madrid, marzo 2009
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