Fundación de Schoenstatt en Paraguay

Monseñor Claudio Jiménez, obispo schoenstatiano paraguayo, relata la fundación del Movimiento en ese país. La historia se inicia un 31 de mayo de 1959, cuando se conforma el primer grupo de hombres entusiastas de diversas edades. De ahí en más se sumaron las mujeres y nuevos integrantes. Todos unidos por un profundo amor filial al Padre Kentenich, que simbolizaron en "la hora de guardia", un pequeño alto en el camino: momento de silencio, oración y conexión con el fundador, que tenía lugar a las nueve de la noche. Con el paso del tiempo vinieron algunas crisis, que los ayudaron a fortalecerse como familia, y el regalo del Santuario de Tuparendá: "Morada de Dios" en guaraní.  

Domingo 16 de mayo de 2010 | Monseñor Claudio Jiménez

Monseñor Claudio Jiménez, obispo schoenstatiano paraguayo, relata la fundación del Movimiento en ese país. La historia se inicia un 31 de mayo de 1959, cuando se conforma el primer grupo de hombres entusiastas de diversas edades. De ahí en más se sumaron las mujeres y nuevos integrantes. Todos unidos por un profundo amor filial al Padre Kentenich, que simbolizaron en "la hora de guardia", un pequeño alto en el camino: momento de silencio, oración y conexión con el fundador, que tenía lugar a las nueve de la noche.

Con el paso del tiempo vinieron algunas crisis, que los ayudaron a fortalecerse como familia, y el regalo del Santuario de Tuparendá: "Morada de Dios" en guaraní.

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