Evangelio viernes 24 de noviembre

Viernes 24 de noviembre de 2023 | Alejandra Castelblanco

24 de noviembre del 2023

San Andrés Dung -Lac

Evangelio según san Lucas 19, 45-48

Viernes de la trigésima tercera semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero vosotros la habéis convertido en una "cueva de bandidos."». Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus palabras.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"... pendiente de sus palabras"

Jesús parece decirnos: "El pueblo estaba pendiente de mis palabras, supo enfocarse en lo importante, no perdió la oportunidad de escuchar. A eso los llamo Yo, a que acudan al Espíritu Santo, que con sus dones sabrá conducirlos a la sabiduría de vivir, para entender las palabras del Padre y acoger sus consejos. Tener fortaleza en las dificultades, y ver con lucidez las cosas del mundo. Rezar piadosamente día a día reconociendo humildemente la infinita grandeza de Dios por su don de Temor de Dios. No se pierdan, sigan este consejo"

Me gusta la oración al Espíritu Santo: "Dame a conocer lo que debo realizar, dame a conocer lo que debo sufrir...", cuesta reconocer lo que hay que hacer cuando se sufre, cuando se ve que otros lo están pasando mal, cuando la pena vuelve a brotar. En medio de las dificultades personales, siento que voy descubriendo la luz, no solo cuando las cosas van mejor si no también porque descubro que es la forma más tangible de escuchar las palabras que Jesús me está diciendo, es como si se tradujera mejor su lenguaje cuando comparto el dolor con Él.

Querido Señor: ¡Qué grande eres! Estás siempre a través del Espíritu Santo. Eres mi consejero, mi compañero y mi camino. Dios trino santificador, gracias por estar siempre en cada momento de mi vida y en forma especial en los momentos de dolor. Me acompañas y me consuelas y me ayudas a crecer un poquito más. Gracias por toda tu grandeza, haz que siempre te invoque y pueda poner en mi boca las palabras adecuadas para ayudar a otros en su caminar hacia Ti.

AMÉN

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