Evangelio sábado 29 de enero de 2022

Viernes 28 de enero de 2022 | Gonzalo Manzano

29 de ENERO del 2022
Evangelio según San Marcos capítulo 4, 35 - 41
Sábado de la Tercera Semana del Tiempo Ordi17nario

Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla". Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.
Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?". Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?".

El Señor pareciera decirnos: Uds. mis discípulos y hermanos, se angustian por muchas cosas. Pareciera que la fe les sirve para rezar, pero no para tener paz. Yo y el Padre y el Espíritu Santo estamos siempre junto a Uds., y María mi madre querida, la eterna orante, suplicante y adoradora se preocupa de Uds. Y al igual que en las Bodas de Caná me dice: no tienen vino. Tengan conciencia que estamos con Uds., con cada uno siempre, y que los amamos y queremos infinitamente. La fe no es solo decir creo en Dios, sino confiar en el amor que tenemos por cada uno de Uds.

He recibido la gracia de conservar muchas veces la tranquilidad en momentos de angustia. Es un regalo de la misericordia de Jesús por mí y del Padre y el Espíritu Santo. Pero lo que en un momento fue fortaleza y confianza, hay otros momentos en que me angustio, y no me acuerdo de que soy amado por Dios. Cuantas tentaciones en que me ha vencido mi pequeñez, por olvidarme de Dios Uno y Trino, y de nuestra Madre María y de tantos amigos que ahora en el cielo nos acompañan con su oración. De verdad el amor de Dios es permanente, y por eso mi confianza debería ser permanente.

Señor Jesús, te adoro como mi Salvador y Dios encarnado. Todo lo que Tu nos enseñas es para que tengamos una confianza cada día más honda en el amor que Dios Uno y Trino, y María y los santos amigos nos tienen. El amor de los santos es amor de Dios al final. Y lo que debo agradecer cada día cuando rezo es primero que todo agradecer por tu amor manifestado de tantas maneras. Señor, haz que mi conciencia de ser querido por Dios Uno y Trino, se acreciente cada día.. y no tema los dolores e inevitables dificultades con las que me encuentre en la vida cotidiana.

AMÉN.

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000