Evangelio lunes 23 de octubre

Lunes 23 de octubre de 2023 | Bernardita Marín Paul

23 de octubre del 2023

Evangelio según San Lucas capítulo 12, 13 - 21

Lunes de la vigésima novena semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo: Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". Después les dijo: "Cuídense de toda avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas". Les dijo entonces una parábola: "Había un hombre rico, cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'. Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'. Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'. Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".

Meditación de Francisco Bravo Collado

"Insensato, esta misma noche morirás"

Jesús me dice: "¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo? Cuando tú ves este evangelio, pareciera que tu primera intención es quitarle todo el valor al dinero y a todo lo que se relacione con él. Pero no te equivoques. Yo quiero que aprendas a valorar el justo valor de las cosas. El dinero no te sirve ni te vale, pero tu trabajo, tus negocios, tus proyectos deben funcionar. Te quiero invitar a vivir la pobreza interior con mucha seriedad a partir de ahora. Si ganas dinero ¡bien por ti! ¡ocúpalo en nuevos proyectos para tus hermanos! Pero ay de ti si te focalizas en el dinero."

Me da miedo ser como el hombre que construye los graneros. Es ridículo que me sienta así, porque los negocios míos han estado muy difíciles el último tiempo. Pero, aunque este sentimiento sea iluso, puedo descubrir en mí ese impulso de querer más y más. Siento que, en esta meditación, Jesús me invita a tomar ese impulso, esa ambición, y ponerla al servicio del Reino y de mis hermanos. Me invita a vivir una pobreza interior profunda y seria. Siento, además, que me hace falta una dimensión de reciedumbre y disciplina que hoy no tengo. Hoy Jesús me invita a ser rico ante su Padre.

Jesús, gracias por encontrarte conmigo en este evangelio. Tú eres mi Señor y mi pastor. Tú me muestras tu rostro y me llamas a hacerme valioso ante ti. Dame ambición y celo apostólico. Hazme recio y trabajador por tu reino. Ayúdame a llevar mi trabajo y mis ganas de construir adonde quiera que vaya. Bendice mis proyectos. Bendice también a todos aquellos que trabajan conmigo y comparten conmigo este viaje. Gracias porque me hablas con elocuencia a través de ellos. Te quiero regalar mi reciedumbre: comer justo, cuidar los recursos, cuidar a quienes trabajan conmigo y evitar los lujos superfluos cuando esté, como hoy, en viaje de negocios

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000