Evangelio domingo 5 de noviembre

Domingo 5 de noviembre de 2023 | Juan Francisco Bravo

5 de noviembre del 2023

Evangelio según San Mateo 23, 1-12

Domingo de la trigésima primera semana del Tiempo Ordinario

En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'. Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es solo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el 'guía' de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".

Meditación de Francisco Bravo Collado

"Todo lo hacen para que la gente los vea"

Es como si Jesús me dijera: "Hijo mío, sientes vergüenza de ti mismo. Te reconoces como uno de estos fariseos. Ves cómo las apariencias dirigen tu vida. Descubres hasta qué punto tu fuero interno está dominado por las apariencias y las ganas de sobresalir. Yo te invito a que mires con serenidad estas áreas oscuras de ti mismo. A no desanimarte. A no sorprenderte. A no acostumbrarte. A buscar dentro de ti una chispa de sinceridad y trabajar desde ahí. A buscar cómo esa chispa puede transformarse en un fuego que encienda toda tu vida."

Cuando me enfrento a este texto me doy cuenta de que soy como estos fariseos. Muchas de las cosas que hago, las hago para obtener reconocimiento. Al darme cuenta de esto, me lleno de vergüenza. Y reconozco que esa vergüenza, nuevamente, es frente a lo que los demás piensen de mí. Quisiera cultivar en mí una motivación sana. Quisiera ser más independiente. Busco en mi interior espacios independientes. Espacios sinceros. Bien intencionados. Y veo que, aunque no son tantos como yo quisiera, sí existen. ¡Sí! ¡Hay una chispa en mí, una pequeña chispa que, de verdad, quiere cultivar un encuentro personal con Jesús!

Querido Jesús, gracias por este texto. Acompáñame en el dolor de verme tan débil y vulnerable. Acompáñame a reconocerme pobre, necesitado e inseguro. Ven conmigo y dame la medicina de tu amistad sincera. Sana mi corazón dañado y vanidoso. Hazlo un corazón generoso y abierto. Que mis ganas de destacar sean por amor a i. Enséñame a ser generoso. A servir sin buscar reconocimiento. Da fecundidad a mis trabajos. Venga a nosotros tu Reino. Que pueda reconocerte a Ti en cada uno de mis hermanos

AMÉN

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