Sobre el perdón

A 40 años del último golpe militar, una reflexión sobre hacia dónde debemos seguir, y sobre cómo debemos aprender de nuestra propia historia.    

| Padre Hugo Tagle Padre Hugo Tagle

A 40 años del golpe militar se han sucedido las peticiones de perdón y las críticas a ellas. Algunos piensan que son declaraciones vacías, para la galería, de buena crianza, pero que no brotan de una voluntad sincera. Otros, que son legítimas y que nacen de una maduración en el tiempo de vivencias duras. Como el buen vino, a veces la verdad requiere el paso del tiempo para decantar y mostrarse en toda su nobleza. No resulta justo juzgar intenciones. Soy de la opinión que estas declaraciones se deben respetar y, más aún, valorar. Quien pide perdón honestamente – no veo porqué pensar otra cosa - ya da muestras de una conciencia de error; de dolor ante un delito o hecho injusto ante el cual se pudo o no hacer algo. Hace 40 años muchos atentaron con la vida y derechos de otros por acción u omisión. Pudiendo al menos mostrar una voz de alarma, de disconformidad, de desacuerdo, no lo hicieron ¿Juventud? ¿Desconocimiento? ¿Inmadurez? De todo un poco.

Lo que queda claro es que un nuevo aniversario del golpe militar nos debe llevar al menos a tres cosas. La primera, a una renovación de la conciencia democrática; de que el camino de construcción de Chile es el diálogo, el acuerdo de voluntades, la participación y la inclusión en su construcción. Nadie sobra en este país. Y nadie tiene más derechos sobre él que su vecino. La democracia hay que cuidarla. La historia nos mostró que no se debe basurear. Supone renuncias y comprender la verdad del otro; un gran grado de empatía ante lo que el otro piensa, siente y quiere.

Lo segundo es educar para la democracia. Ahí estamos al debe. La última encuesta del Injuv revela la débil conciencia democrática de los jóvenes: les “da lata” esto de votar, participar, presentarse a cargos públicos. Y más preocupante aún resulta ese casi 20% que considera que un sistema “autoritario”, una dictadura, sea buen modelo de gobierno. Les da flojera esto de que un conjunto de personas decida. Tal cual.

Falta “cultura cívica”, de mayor tolerancia, diálogo, respeto a los derechos y consideración de los deberes ciudadanos.

Y lo tercero es aprender de lo vivimos estas fechas: aprender de la historia para que no se repitan sus errores. Me parece bien que se muestre la historia no contada del golpe. Obligará al ejercicio de madurez cívico de saber que podemos tropezarnos en la misma piedra si no cambiamos actitudes, si no limamos asperezas y nos reconciliamos de verdad.

Queda sólo desear que este nuevo aniversario nos lleve al reencuentro, reconciliación y fortalecimiento de nuestra democracia. Por el bien de Chile.

 

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