Evangelio sábado 11 de julio

11 de JULIO del 2020

Evangelio según San Mateo, capítulo 10, 24 - 33.

Sábado de la Décima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

San Benito Abad y Fundador. Memoria obligatoria

Jesús dijo a sus apóstoles: "El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres."

Meditación de nuestro equipo.

"Yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquel que reniegue de mí ante los hombres."

Jesús parece decirme: Lo que te digo hoy tiene dos lecturas, que en un principio parecen contradictorias, pero que en realidad se complementan. Reconóceme como el que Soy, tu Dios, Uno junto al Padre y al Espíritu. ¿Por qué habría de negarte la posibilidad de que no me elijas? Tú escoges porque te he dado la libertad de hacerlo, y Yo respeto eso, pero asume las consecuencias. Y por otro lado, es el cumplimiento de mi infinito amor, donde por amor a ti estoy dispuesto a respetarte tanto que prefiero perderte a obligarte a seguirme y reconocerme. Las reglas del juego están claras, y sólo dependen de ti.

Es fuerte esta lectura. Me pega mucho ese supuesto revanchismo que puede verse a primera vista en la lectura. Pero no es la primera vez que oigo a Jesús decir que si no estoy con Él estoy en su contra. Lo que sí cambia el sentido de todo es profundizar en el por qué Él está dispuesto a aceptar que reniegue de Él, si tanto me ama. O sea, si yo no lo amo, ¿Él no me ama? Y veo que todo esto es consecuencia de mi propia elección. Soy libre porque Dios quiso que fuese así, y en la libertad de los hijos de Dios, puedo condenarme solo, y Él respetará mi decisión. Claro que no quiero perderme, ni perderlo a Él, pero puedo.

Señor Jesús, que no me pierda ni me aleje de tu lado. Te pido de corazón que no permitas que sea tan tonto de no elegirte, si todo lo que Tú quieres para mi es bueno y para mi propia felicidad. No dejes de golpear a mi puerta, aunque me demore en abrir, Señor, porque de corazón, necesito de Ti porque quiero ser realmente feliz. Aleja de mi mente y corazón aquellas cosas que tienen apariencia de bondad y felicidad, y deja en mí las raíces de tu amor incondicional, para que crezca en mi corazón y solo de Tí hable mi vida. Madre admirable, gracias por acercarnos a tu Hijo, por llevarnos de tu mano a Él.

AMÉN