Evangelio martes 20 de abril

Martes 20 de abril de 2021 | Juan Francisco Bravo

20 de ABRIL del 2021

Evangelio según San Juan, capítulo 6, 30 - 35.

Martes de la Tercera Semana del Tiempo de Pascua

La gente dijo a Jesús: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed."

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

Señor, danos siempre de ese pan.

Jesús me diría: "Pide el pan de la eucaristía para ti. Participa de ella. Únete a la iglesia con el pan eucarístico. Y ahora, en este tiempo en que es más difícil ir presencialmente a misa, también reconoce cuán especial es. Atesora tu añoranza. Comulga espiritualmente. Y también, en este tiempo sin el pan del cielo, mejora tu metabolismo espiritual: gana salud, gana discernimiento, gana libertad en el día a día. Hazte más recio. Aprende a dejar que el Espíritu te muestre dónde se te regala el alimento espiritual que te da el sustento para encontrarte en un abrazo de Amor con tu Padre del Cielo. Vuelve a tu Madre."
Estos días me he privado del pan; lo he hecho buscando mejorar mi salud, mi concentración y mi energía. Y esto coincide con el hecho de que hay tantos católicos alejados de la comunión que tienen que apuntarse en una lista para recibir la eucaristía, algo que antes dábamos por sentado. Siento que este texto no solo me llama a celebrar y valorar que Jesús se haya quedado en el pan y en el vino; sino que, al igual que como estoy haciendo con el pan, es un llamado aprender a alimentar la fe desde otras fuentes cuando no puedo comulgar presencialmente. Y también 'juntar ganas' para cuando pueda comulgar bajo las especies.
Jesús: danos siempre de ese pan, el verdadero pan del cielo; ese pan que sacia el hambre de manera definitiva. Danos siempre, también, tu sangre para que nos sacie la sed que tenemos. Muéstrame cómo tú me sostienes en medio de mis miedos más básicos, que tienen que ver con el sustento: la salud, el alimento, el respirar, el cariño o el saber que los míos están seguros. Dame fe para saber que todo está en tus manos y que, siendo Tú un padre amoroso que aceptó el calvario para su hijo como un acto de amor y bondad, también con los míos provees más allá del dolor y de la muerte.

AMÉN

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