I Parte - Los "Niños de María": Historias de Dolor - Respuesta del "Colegio San José de la Comuna" - Ecuador

Educación nueva: amar, respetar y escuchar a los niños - I Parte - Ecuador

Finita, fundadora del Colegio San José, en Quito, Ecuador, nos cuenta como llegan a formar esta obra, que inserta en un sector muy carenciado, acoge a los que ellos llaman "niños de María", los más pobres de los pobres. Explica que, para ser "niño de María", hay que tener necesidades a las que el sistema regular de educación no da respuestas suficientes. Por eso los acogen ellos, tratando de entregarles, además de lo académico, el acogimiento emocianal y espirutual, el que más necesitan para su desarrollo personal, y el que difícilmente podrían recibir en otro lugar. El "niño de María" es el que carga una historia de dolor vivida, o viviéndola; ese es el que ellos acogen. En el año 1994, un grupo de matrimonios, algunos schoenstattianos y otros no, pero todos compartiendo la inquietud social, deciden hacer una fundación (Fundación Padre José Kentenich), para proyectar si inquietud de servicio, surgida de la vida espiritual. Comienzan a buscar y encuentran un grupo de pobladores con inmensas necesidades de ser dignificados como seres humanos. Entonces oyen la voz de Dios, un grito de Dios.  Y, con un método muy ingenioso, consiguen los fondos para construír las primeras instalaciones. El testimonio de Finita lo publicaremos en tres partes, durante tres lunes consecutivos a partir de hoy 2 de mayo. Los invitamos a conocer esta obra, y a dejarnos interpelar por ella.

| Finita Pérez (Ecuador) Finita Pérez (Ecuador)

Finita, fundadora del Colegio San José, en Quito, Ecuador, nos cuenta como llegan a formar esta obra, que inserta en un sector muy carenciado, acoge a los que ellos llaman "niños de María", los más pobres de los pobres.

Explica que, para ser "niño de María", hay que tener necesidades a las que el sistema regular de educación no da respuestas suficientes. Por eso los acogen ellos, tratando de entregarles, además de lo académico, el acogimiento emocianal y espirutual, el que más necesitan para su desarrollo personal, y el que difícilmente podrían recibir en otro lugar. El "niño de María" es el que carga una historia de dolor vivida, o viviéndola; ese es el que ellos acogen.

En el año 1994, un grupo de matrimonios, algunos schoenstattianos y otros no, pero todos compartiendo la inquietud social, deciden hacer una fundación (Fundación Padre José Kentenich), para proyectar si inquietud de servicio, surgida de la vida espiritual. Comienzan a buscar y encuentran un grupo de pobladores con inmensas necesidades de ser dignificados como seres humanos.  Entonces oyen la voz de Dios, un grito de Dios. Y, con un método muy ingenioso, consiguen los fondos para construír las primeras instalaciones.

El testimonio de Finita lo publicaremos en tres partes, durante tres lunes consecutivos a partir de hoy 2 de mayo.

Los invitamos a conocer esta obra, y a dejarnos interpelar por ella.

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