01. Significado e historia de los símbolos del santuario

El amor por los símbolos es una de las características de la espiritualidad de Schoenstatt. En ello Schoenstatt se ajusta al pensar bíblico y al modo en que se expresa la liturgia. Basta traer a la memoria las múltiples imágenes que usa el Señor para entregarnos su mensaje y hacernos cercana y comprensible su persona.

P. Rafael Fernández

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El amor por los símbolos es una de las características de la espiritualidad de Schoenstatt. En ello Schoenstatt se ajusta al pensar bíblico y al modo en que se expresa la liturgia. Basta traer a la memoria las múltiples imágenes que usa el Señor para entregarnos su mensaje y hacernos cercana y comprensible su persona. Algo semejante sucede en la eucaristía y los demás sacramentos, cuyos ritos están revestidos de un profundo sentido simbólico. El pensar abstracto e ideológico no logra traducir el pleno contenido de las verdades de la fe. La imagen complementa y enriquece notablemente su transmisión y vivencia.

El santuario de Schoenstatt posee un a gran riqueza de símbolos en su interior. Ella se fue gestando en el transcurso de la historia a partir de corrientes de vida que surgían en el seno del Movimiento.

Quien entra al santuario de la Madre y Reina tres veces Admirable y observa con atención lo que contemplan sus ojos, es introducido vitalmente en el mundo de Schoenstatt y en su historia. El hecho de que los santuarios de Schoenstatt, que se encuentran a lo largo del mundo, sean prácticamente iguales o muy semejantes, no obedece a una falta de imaginación, sino al hecho de que, a través de ellos, se nos transmite el alma del Movimiento. Por eso, donde visitemos un santuario, sea en Latinoamérica, en África, en India, Europa, Norteamérica o Australia, siempre nos sentiremos en casa.